EL REINADO DE FELIPE II
Felipe
II hereda los territorios de su padre Carlos I, a excepción de los territorios
austriacos y el título de emperador de Alemania.
Se
casó cuatro veces buscando un heredero
varón para la corona. Primero con María de Portugal, posteriormente con María
Tudor de Inglaterra que poco después murió también. Más tarde con la francesa
Isabel de Valois que al quedarse nuevamente viudo y sin herederos varones se
casó por cuarta vez con su sobrina Ana de Austria de la que nacería el único
varón que sobrevivió a la infancia, Felipe III, del que nunca confió en exceso:
«Dios, que me ha dado tantos reinos, me
ha negado un hijo capaz de gobernarlos. Temo que me lo gobiernen».
Se
dedicó en profundidad al gobierno de sus reinos. Se preocupó del gobierno y
asuntos de Castilla y fijó la capital de su imperio en Madrid.
Tuvo
que hacer frente a una serie de problemas internos:
-
Rebelión de las Alpujarras: la cuestión morisca.
Carlos
I, en 1525, había concedido a los moriscos españoles un plazo de cuarenta años
para el abandono de sus prácticas. El plazo expiraba, pues, en 1565. Debido a
un apoyo prometido por los turcos, los moriscos granadinos se rebelaron en 1568.
Para
evitar la llegada de los musulmanes africanos don Juan de Austria actuó con
rapidez y consiguió una brillante victoria en un terreno difícil. Fueron
expulsados del Reino de Granada 85.000 moriscos. Pero Felipe II, contra lo que
le aconsejaban, no optó por la expulsión a África, sino por una complicada
redistribución de los moriscos granadinos por las zonas del interior del norte
de España: Soria, Burgos, Palencia, Zamora, Santander, Ávila, Segovia,
Salamanca y León.
-
Revueltas en Aragón.
En
Aragón el régimen señorial era muy duro. Felipe II intentó cambiar la
jurisdicción señorial por la real, con el apoyo del pueblo, pero la
aristocracia se rebeló. En estas circunstancias, Antonio Pérez, secretario del
rey y fugitivo de las cárceles castellanas se acogió a la protección de la
Justicia de Aragón, Juan de Lanuza.
El
ejército real en septiembre de 1591 venció al aristocrático. Juan de Lanuza fue
ejecutado pero Antonio Pérez logró huir a Francia. En buena medida fue el
creador de la “leyenda negra” antiespañola. Felipe II reformó los fueros
aragoneses restando muchos de sus privilegios.
-
Los problemas con el príncipe Don Carlos.
Nacido
del matrimonio con su prima (por parte doble) María de Portugal parece que el
fruto de su matrimonio nunca gozó de buena salud (ni física ni mental) posiblemente
debido a la endogamia que puede incrementar las posibilidades de que la
descendencia sea afectada por rasgos recesivos o deterioros genéticos.
Su
padre nunca llegó a confiar en él debido a sus brotes desmedidos y excesos y el
príncipe don Carlos empezó a intrigar contra su padre. Felipe II, enterado de
estas intrigas palaciegas, lo mandó arrestar en su cuarto, donde debido a su
debilidad y a otros factores (intentó hacer una huelga de hambre) murió al poco
tiempo. La leyenda negra hizo correr ríos de tinta sobre el asunto acusando a
Felipe II del asesinato de su hijo, difundida sobre todo por los rebeldes
holandeses.
-
Bancarrotas y problemas internos.
Las
cuestiones financieras le sobrepasaron, dado el peso de los gastos militares
sobre la maltrecha Hacienda Real.
La
preocupación por el estado de las finanzas va a ser motivo de los mayores desvelos
del rey. Su padre le había dejado una herencia de deudas muy altas, debiendo
grandes cantidades a banqueros alemanes y genoveses.
Los
gastos superan a los ingresos y la bancarrota llega el segundo año de su
reinado en 1557. No será la única. Felipe hubo de declarar a la Monarquía en
bancarrota en tres ocasiones más (1560, 1575 y 1596).
En
política exterior debemos destacar los siguientes puentos:
-
Enfrentamiento con Francia.
Con
Francia se enfrenta el primer año de su reinado derrotándola en la batalla de
San Quintín en 1557. En conmemoración de esta victoria se construirá el
monasterio de San Lorenzo del Escorial, que se convertirá en el panteón real.
Firmada
la paz y el acuerdo de matrimonio entre la hija del rey francés, Isabel de
Valois y Felipe II se casan. Los enfrentamientos cesan hasta fin del siglo.
-
Conflictos en los Países Bajos.
Flandes
será otro foco de tensión y la causa del debilitamiento económico de España.
Para
el reino estos territorios eran de vital de importancia. Amberes era el puerto
más importante de Europa del norte, que servía como base de operaciones a la
Armada española, y un centro donde se comerciaba con bienes de toda Europa,
Allí
va a instalarse con fuerza la religión calvinista a la que se va a unir un
cierto movimiento nacionalista antiespañol encabezado por algunos nobles que buscan
una mayor independencia y una menor injerencia de la corte de Felipe. Felipe II
instala el Tribunal de la Inquisición allí y prohíbe la libertad de cultos.
Las
insurrecciones fueron de continuo y fueron fomentadas por las potencias
enemigas de España y que utilizaron la cuestión religiosa como estrategia
política. Quemaron más de cuatrocientas iglesias y monasterios cristianos y
cometieron innumerables crímenes.
-
Guerras con el Imperio Otomano.
Se
tuvo que enfrentar a los mismos conflictos que su padre. Proteger a los
católicos europeos de los desmanes revolucionarios protestantes y hacer frente
a los turcos que habían ocupado toda la Europa oriental, tenían sitiada Viena y
acababan de conquistar Chipre a la república de Venecia.
Firmó
la paz de Cateau-Cambrésis (1559) con Francia, por la que se establecía una
alianza contra los infieles y los herejes. El pacto quedó sellado con su
matrimonio con la infanta francesa Isabel de Valois.
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