En este tercer bloque de contenidos vamos a estudiar la historia de España en los siglos XV, XVI y XVII.
Este periodo comienza con el reinado de los Reyes Católicos, que supuso el fin de la Edad Media y el comienzo del Estado Moderno en España. Con su reinado se ponen las bases de la reconstrucción de la unidad de España, con una unidad más territorial que política y también religiosa tras la expulsión de los judíos y la forzada conversión de los moriscos. Esto, unido al establecimiento de una monarquía cada vez más autoritaria (sobre todo en la zona castellana) hizo que España a comienzos del siglo XVI fuera una de las principales protagonistas en la escena europea del momento, y es que ya se sabe, la unión hace la fuerza.
Con Carlos I (o mejor Carlos V, ya que prima el título de emperador sobre el de rey) se establece una nueva dinastía en España, la de los Habsburgo, procedentes de Austria que reinará en España hasta 1700. Con Carlos I las posesiones españolas van a crecer significativamente, pues no sólo es el heredero de los territorios hispánicos procedentes de los Reyes Católicos, sino también de los europeos (Austria y Países Bajos, entre otros) procedentes de su herencia paterna, su reinado, pesé a esta aparente fortaleza, no estará exento de problemas y vamos a ver una serie de problemas internos así como las complicaciones de la política imperial para mantener el prestigio del Imperio y la unidad de la cristiandad.
El siglo XVI verá en el trono a su hijo, Felipe II, que continuará sumando territorios a los de su padre con la unión de Portugal y todo su imperio ultramarino heredado de su madre. Si Carlos V fue el emperador de Europa, Felipe II va a ser un rey hispano, primando los intereses de España sobre otros conflictos pero sin olvidar esa política de prestigio que había llevado su padre.
El siglo XVII será más complicado. Reinarán durante este siglo los denostados Austrias menores: Felipe III, Felipe IV y finalmente Carlos II que ha pasado a la historia como "el hechizado"y España experimentará un declive en lo político y en lo económico, en un periodo de crisis generalizada conocida como la crisis del siglo XVII, con la vertiente política en la que unos reyes poco preocupados por las tareas de gobierno delegaban sus responsabilidades en validos que a veces miraban más por sus propios intereses que por los del conjunto del reino; una crisis demográfica que contrasta con el lento crecimiento del siglo anterior y una crisis económica que llevo a España a declararse en bancarrota en varias ocasiones y el aumento de la miseria, crisis que sin embargo comienza a superarse bajo el reinado del tantas veces menospreciado Carlos II "el hechizado", rey en el que se van a hacer patentes algunas de las consecuencias de la endogamia en los matrimonios reales que dará lugar a burlas populares y conspiraciones internacionales para repartirse los despojos del otrora Imperio español. Sin embargo este siglo de crisis será un siglo de esplendor en lo artístico y cultural conociéndose en este sentido como el Siglo de Oro de la cultura española.
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