En 1700 Carlos II designa a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, heredero de la Corona española, varios países apoyan al otro pretendiente el archiduque Carlos de Habsburgo por lo que se inicia la Guerra de Sucesión. Toma un doble ámbito de desarrollo, guerra europea y guerra civil interna.
Como guerra europea el bloque franco-español se enfrenta contra Inglaterra, Austria, Holanda y Portugal, estos opuestos al aumento de poder de Francia con una misma dinastía a uno y otro lado de los Pirineos. La guerra civil peninsular se polariza entre los de la antigua Corona de Aragón decidida por el austriaco y en contra del centralismo castellano y enfrente los que apoyan a Felipe V, fundamentalmente castellanos. En el ámbito peninsular los borbones llevarán la delantera, venciendo a las tropas austracistas aragonesas en la Batalla de Almansa (1707) en la que caen el Reino de Aragón y el de Valencia.
El ejército borbónico es derrotado en Italia y en los Países Bajos, pero cuando el Archiduque Carlos es nombrado emperador de Alemania a Inglaterra no le interesa la posibilidad del retorno al antiguo imperio austriaco. Inglaterra detiene su participación y orienta sus intenciones hacia la paz.
En España la guerra continuó tras la paz de Utrech hasta la victoria sobre los austracistas en Cataluña a finales de 1714 y mallorquines a principios de 1715.
La Paz de Utrecht (1713) estableció unas consecuencias militares como la demolición de la base naval francesa de Dunquerque. Mercantilmente, supuso el derecho de asiento de esclavos hacia América en favor de los ingleses durante 30 años, que también se vieron favorecidos por el navío de permiso comercial hacia América , hasta las 500 toneladas. En la práctica aprovecharán este permiso para un tráfico americano más amplio.
Las modificaciones territoriales suponen la pérdida española de los territorios europeos. Se entrega a Inglaterra Menorca, Gibraltar y la isla de Terranova que pertenecía a Francia.
En el tratado de Rastadt con Austria se entrega a este país a cambio del reconocimiento borbónico Flandes, Milán, Nápoles y Cerdeña y al duque de Saboya Sicilia.
Este conflicto resulta en el ascenso de Austria y Prusia que equilibran el poder de Francia en el continente, mientras Inglaterra comienza su hegemonía económica, política y comercial en Europa sustituyendo a Francia como primera potencia y España pasa a un segundo plano a nivel europeo al perder sus posesiones en Europa.
El concepto de huella ecológica según la definición de sus autores, Mathis Wackernagel y William Rees (1996), es «el área de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistema acuático) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población definida con un nivel de vida específico indefinidamente en un espacio determinado» y que como tal va a ser un foco de desarrollo y el epígrafe de la propuesta didáctica a desarrollar.
La huella ecológica es pues, un indicador (como pueden ser otros indicadores que utilizamos para reconocer cual es nuestra situación económica o social), dedicado a medir el impacto ambiental generado por la necesidad del ser humano de extraer recursos procedentes de la Tierra para satisfacer sus necesidades, y a su vez se relaciona el concepto de biocapacidad, que debe ser entendido como “las posibilidades de la tierra disponible, tanto como para asimilar la regeneración de esos recursos como para absorber los desechos producidos”. Desde su creación en 1996 hasta la actualidad, la huella ecológica ha pasado a poder realizarse en diversas escalas. Cuando hablamos de huella ecológica, no sólo tenemos porque referirnos a una sociedad en su conjunto, sino que también podemos hablar de la huella ecológica de personas independientes, de barrios, de ciudades, de empresas, de países, o incluso la huella ecológica del planeta, pudiendo establecer además que este indicador no sólo nos refleja un resultado cuantitativo, una cifra, sino que puede utilizarse como marco conceptual para la comparación de diferentes sociedades, individuos,… evaluando su impacto sobre la tierra, siendo también en nuestros días un indicador clave para medir la sostenibilidad. Su cálculo es complejo, e implica un gran número de elementos (superficie de pastos, cultivos, bosques, recursos marinos, superficie construida,…) y determina el impacto real de la actividad humana sobre el entorno.
En el marco de la sostenibilidad, lo ideal sería que una sociedad presentase una huella ecológica en equilibrio con el déficit ecológico cero.
Estas cuestiones, evidencian que la huella ecológica como concepto y lo que desempeña puede ser considerado un problema de relevancia social importante, por lo que constituye un buen método para el estudio de las relaciones hombre-espacio, siendo uno de los objetos de estudio de la Geografía. En la Geografía actual la huella ecológica se utiliza como indicador medioambiental por medio del cual se pueden informar diferentes procesos en determinados lugares.
Para satisfacer nuestras
necesidades, los seres humanos realizamos las actividades económicas necesarias
para garantizar nuestro bienestar.
Si reflexionamos sobre nuestras
acciones diarias, podemos llegar a la conclusión de que consumimos mucho más de
lo que necesitamos, lo cual conduce a una sobreexplotación global de los
recursos y a una generación masiva de residuos, de una forma insostenible,
teniendo graves repercusiones en nuestro planeta. La huella ecológica nos
permite conocer la magnitud de cada actividad ya que conforman los componentes
para su cálculo, en el proceso de explotación de los recursos existentes y la
generación de residuos que producimos.
En el caso de España los
componentes de la huella que más peso tienen son los debidos a los consumos
energéticos, que suponían en el año 2005 el 70% de la huella ecológica de
nuestro país, incluyendo la producción de bienes de consumo (47,5%), el
transporte (23,4%), el sector residencial (11,2%), los servicios (9,2%) y la
agricultura (8,7%). Otros componentes con un porcentaje elevado son la pesca
con un 24,1% y los pastos con un 9,2%.
Aquí os dejo dos vídeos para que reflexionéis sobre todo esto:
LOS
PAISAJES NATURALES Y LAS INTERRELACIONES NATURALEZA SOCIEDAD:
LOS
PAISAJES NATURALES Y LAS RELACIONES NATURALEZA-SOCIEDAD.
Si lees el
tema con atención verás que hay tres partes: los problemas medioambientales, la
protección y legislación medioambiental y los paisajes naturales. Los paisajes
naturales ya se han trabajado en los temas anteriores. Por ello, vamos a
dedicarle poco tiempo. A continuación veremos el impacto de la acción del
hombre sobre esos paisajes y como se intentan paliar los problemas generados y
la legislación para protegerlos.
El estudio
de los paisajes naturales no te va a suponer ningún problema, porque se trata
de unir lo estudiado en los tres primeros temas: la interrelación de relieve,
clima, aguas, suelo y vegetación configura los paisajes naturales.
La práctica
principal de este tema es la del
comentario de un paisaje natural. Se trata de aplicar en la práctica,
observación de la realidad, los conocimientos teóricos adquiridos.
En el último
apartado, La protección del medio ambiente y la legislación medioambiental,
debes además, aprender los parques nacionales y su localización y algún parque
natural.
Aquí debajo os dejo el enlace para descargaros el tema.
DESCRIPCIÓN:
Como en todas las prácticas, lo primero que debemos hacer es definir ante qué
nos encontramos. En este caso diremos que se trata de un hidrograma, que no es
otra cosa sino un gráfico, que nos permite analizar el régimen fluvial de un
río, o lo que es lo mismo las variaciones de caudal de un año hidrológico.
Debemos saber, que al igual que los climogramas los hidrogramas se obtienen a
partir de series de datos de 30 años.
Después pasaremos a describir los distintos elementos de la gráfica. LO PRIMERO
SERÁ IDENTIFICAR LOS DATOS. Normalmente suelen aparecer dos datos
numéricos:
M o Módulo: que nos indica
el caudal absoluto medio anual. Es decir, la cantidad de agua que pasa por el
punto de aforo, se obtiene calculando la media del caudal absoluto de cada mes
y se expresa en metros cúbicos por segundo (m³/s).
Mr o Caudal Relativo: se
trata de una relación entre el caudal absoluto y la extensión de la cuenca, así
lo primero pasaremos los m³ a litros, por lo que dividiremos entre 1000,
calculamos el módulo esta vez en litros por segundo (l/s) y lo volvemos a
dividir por la extensión de la cuenca hasta el punto de aforo en kilómetros
cuadrados. Así la magnitud será (l/seg/km²).
Coeficiente de caudal mensual
(K): resultado de dividir el caudal medio de cada mes entre el
caudal anual, 1 significa sin variación de caudal, más de 1 aumenta el
caudal, menos decrece
Coeficiente de Irregularidad:
normalmente no aparece en el hidrograma, como se toman series de 30 años, se
obtiene dividiendo el caudal medio del año más caudaloso, por el caudal medio
del año menos caudaloso. Cuanto más separe el resultado del valor 1 más
irregular será su caudal.
LO
SEGUNDO QUE HAREMOS ES DESCRIBIR LOS EJES. En el eje horizontal o de
abscisas, entramos una distribución de los meses del año, los podemos encontrar
ordenados de Enero a Diciembre o lo que es más frecuente de Octubre a
Septiembre coincidiendo con el año hidrológico.
Después nos encontraremos con el eje de ordenadas o vertical, donde se
representa el caudal, a veces, puede aparecer representado en magnitudes
absolutas, metros por segundo (m³/seg) o lo que suele ser más frecuente, en
magnitudes relativas, en este caso aparecerá una escala de 0 a 3 por lo
general, que es lo que llamamos CC o K que quiere decir coeficiente de caudal.
Se obtiene dividiendo el caudal medio de cada mes, entre el caudal medio anual
o Módulo. Si el valor es 1 significa que es igual al caudal medio anual, si es
mayor de 1 significa que es mayor al caudal medio anual y si es menor, pues que
es menor que el caudal medio anual. La utilización de coeficientes nos permite
comparar el régimen fluvial con ríos con distintos volúmenes de caudal.
ANÁLISIS:
Después de la descripción procederemos a realizar el análisis o interpretación
de lo que vemos. Identificaremos en primer lugar las distintas irregularidades
del caudal. Así distinguiremos entre (picos máximos y mínimos, principales y
secundarios)
Aguas Altas o crecidas: será donde el coeficiente alcance su
valor más alto, y debernos indicar en que época del año se produce. No sólo
debemos indicar el máximo principal, sino si existen también máximos secundarios.
Aguas Bajas o estiaje: será donde el coeficiente alcance su
valor más bajo, y deberemos indicar también en que meses se produce. Como con
las aguas altas, indicaremos el mínimo principal y también si existen mínimos secundario.
En función de lo anterior identificaremos
el tipo de régimen fluvial, para lo que nos será de ayuda la siguiente
información:
REGÍMENES NIVALES Y MIXTOS:
las estaciones de aforo (donde se realizan las mediciones) suelen estar
situadas en los cursos altos de los ríos, de ahí que su caudal sea
escaso.
Régimen Nival: Estación de
aforo a más de 2500 metros de altitud. Tiene más caudal en el verano, a
partir de los meses de Junio y suele estar en torno al coeficiente (CC o K) con
valor 3. Los aportes al caudal suelen ser en su mayoría debidos al deshielo
de la nieve. En invierno apenas tienen aportes.
Régimen Nivo-Pluvial:
Estación de aforo entre los 2000 y 2500 m de altitud, el mayor caudal se da
en mayo, con valores en el coeficiente mayores de 2, y estiaje en verano -1.
Recibe aportes al caudal en su mayoría del deshielo de nieve, pero también de
lluvia a final de verano.
Régimen Pluvio-Nival: En
estaciones de aforo entre 1600 y 1800 m de altitud, el máximo se encuentra en los meses de marzo
o abril, con estiaje en prolongado en verano.
REGÍMENES PLUVIALES: En
estos regímenes, al proceder el aporte
del caudal exclusivamente de las precipitaciones en forma de lluvia, la
gráfica suele coincidir exactamente con el régimen de precipitaciones del clima
en el que se encuentre el río.
Pluvial Oceánico o Atlántico:
su módulo absoluto es alto y suele
superar los 200 m³/s. Las máximas corresponden al invierno con suave
estiaje en verano >3.
Pluvial Mediterráneo Continental:
tiene un caudal absoluto medio, entre
los 20 y 200 m³/s, menos el Ebro. Es bastante irregular, suele
mostrar las máximas en la primavera y otoño (equinocciales),
coincidentes con las lluvias más abundantes, y acusan un importante estiaje.
Suelen ser los ríos de la vertiente atlántica, como el Tajo, el Duero. Su
coeficiente de irregularidad es >7.
Pluvial Mediterráneo Litoral de
Levante: el caudal es más bien
escaso, entre los 10 y 20 m³/s, menos el Ebro. Es bastante irregular,
lo más llamativo es que suele tener tres máximas y tres mínimos lo que hace
bastante fácil de diferenciarlo del continental. Tiene un estiaje suave y
un alto coeficiente de irregularidad
Pluvial Mediterráneo Subtropical: Tiene un escasísimo caudal absoluto, con menos de 10 m³/s, un pronunciado
estiaje desde Marzo a Noviembre. Se distingue de los nivales, en que el máximo
de caudal se da invierno.
COMENTARIO:
Por último, y una vez identificado el régimen del caudal, pasaremos a hacer un
comentario donde describiremos los diferentes factores que determinan o pueden influir en el régimen del río,
normalmente climáticos, como centros de acción, etc. Describiremos las características específicas del río o
ríos que desembocan en esa vertiente y por último hablaremos de la Gestión, por medio de confederaciones
hidrográficas, y el aprovechamiento, infraestructuras hidráulicas y uso de los
recursos hídricos.
Primer trimestre superado, ya sólo quedan dos...
Hemos acabado y evaluado el tercer bloque y comenzamos bloque nuevo, el bloque 4, en el que vamos a ver la evolución histórica, polítca, social y económica del siglo XVIII hasta la llegada al trono de Carlos IV.
En 1700 se instala en España una nueva dinastía, la de los Borbones. El proceso no fue fácil al generar una Guerra de Sucesión que desembocó en un conflicto internacional y, en el interior de la Península, en una guerra civil. Como resultado, la monarquía borbónica española perdió sus posesiones en Europa pero avanzó hacia la unidad del Estado español, al eliminar los fueros de Valencia, Aragón y Cataluña.
El siglo XVIII es expansivo. Aumenta la demografía y crece la economía. España se sumó a la política de reformas que caracteriza al despotismo ilustrado y sus monarcas tuvieron el acierto de rodearse de ministros inteligentes y laboriosos. Los Borbones reforzaron las relaciones con nuestras colonias, con las Indias.
Inglaterra, la gran beneficiada de la Guerra de Sucesión Española, buscaba enriquecerse a costa de ellas y España, convertida ya en “segunda potencia”, buscó un contrapeso con una política exterior de alianza con Francia con los llamados Pactos de Familia.
Para España, cuando se estaba viviendo en una etapa expansiva y de reformas, el estallido de la Revolución francesa complicó su desarrollo político. El monarca Carlos IV no estuvo a la altura de las circunstancias y un motín, en 1808, acabó con su reinado. Poco después estallaba la Guerra de la Independencia, catastrófica para nuestro país, que acabó con el Antiguo Régimen y puso en marcha la Edad Contemporánea, pero eso es ya otra historia (que veremos en el siguiente tema)
Aquí debajo os dejo el enlace para descargaros los apuntes del nuevo tema:
Espero que estéis estudiando para el examen de la próxima semana, recordad que el martes 13 tenemos el examen del bloque 3 que abarca los contenidos referentes a los siglos XV, XVI y XVII, desde los primeros pasos dados por los Reyes Católicos hacia la construcción del Estado moderno y autoritario, pasando por la época de mayor esplendor del Imperio español bajo el reinado de los Austrias mayores, Carlos V y su hijo Felipe II en el siglo XVI, hasta la decadencia de un Imperio que se forjó sobre unos cimientos poco estables y ya empezó a dar síntomas de debilidad durante el reinado de Felipe II (cuatro bancarrotas tuvo que asumir la Hacienda del estado) y que se va a acentuar bajo el reinado de los Austrias menores en el siglo XVII, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, rey este que a pesar de significar lo más decrépito de la familia de los Austrias, bajo su reinado los primeros brotes verdes de la recuperación comenzaron a crecer...
Recordad que esta vez el examen será un examen cerrado en el que no podréis escoger las preguntas, pero, al igual que en selectividad, se os darán dos opciones, opción A y B, cada una con tres apartados, un texto que se evaluará sobre 4 o 5 puntos, una pregunta de desarrollo que se corresponderá con un estándar del bloque y se evaluará sobre 3 o 4 puntos y un último apartado de preguntas cortas o fechas que se evaluará sobre 1 o 1.5 puntos.
Al igual que en selectividad el texto tendrá una gran importancia y por eso debéis prestarle mucha dedicación siguiendo el esquema visto en clase y tratando todos y cada uno de los puntos de este esquema (clasificación, análisis, comentario y conclusión).
Por otra parte recordaros una vez más que debéis cuidar la presentación, limpieza y corrección ortográfica y gramatical.
Bajo estas líneas tenéis el enlace para descargaros el documento en el que se recogen algunas fechas susceptibles de ser evaluadas en el próximo examen.
El
siglo XVII fue un siglo de crisis económica en Europa en general, en el
Mediterráneo en particular, y, muy especialmente, en la Península Ibérica. En
la Corona española la crisis fue más temprana y más profunda que en el resto de
Europa
Ya en
la primera mitad del siglo aparecen serios problemas demográficos. Cruentas
epidemias, entre las que destacan las de peste, se repitieron periódicamente,
coincidiendo con épocas de carestía y hambre. Un ejemplo: Sevilla perdió 60.000
habitantes en la peste de 1647. Otros factores coadyuvaron a la crisis
demográfica: la expulsión de los moriscos en 1609 supuso la pérdida del tres
por ciento de la población del reino, siendo especialmente grave en Valencia y
Aragón; las frecuentes guerras exteriores y el incremento de los miembros del
clero que redundó en descenso de la tasa de natalidad. La crisis golpeó con más
fuerza a Castilla que a los reinos periféricos.
En la
segunda mitad del siglo, la crisis continuó y se agudizó. A la decadencia de la
agricultura, agravada por la expulsión de los moriscos, se le unió la de la
ganadería lanar, que encontró graves dificultades para la exportación, y la de
la industria, incapaz de competir con las producciones extranjeras.
El
comercio también entró en una fase recesiva. La competencia francesa en el
Mediterráneo y la competencia inglesa y holandesa en el Atlántico, agravaron
una coyuntura marcada por el creciente autoabastecimiento de las Indias y el
agotamiento de las minas americanas. Consecuencia de la crisis comercial fue la
disminución de la circulación monetaria.
La
situación fue empeorada por la incorrecta política económica de los gobiernos
de la Corona, que agravaron más que solucionaron los problemas: envilecimiento
de la moneda (menos plata en su contenido), devaluación monetaria, aumento
impositivo…
En este
marco de crisis económica, la sociedad estamental española vivió un proceso de
polarización marcada por el empobrecimiento de un campesinado que constituía la
mayor parte de la población, la debilidad de la burguesía y las clases medias,
y el crecimiento numérico de los grupos sociales improductivos como la nobleza
y el clero en un extremo y los marginados: pícaros, vagos y mendigos en otro.
La
mentalidad social imperante, marcada por el desprecio al trabajo agravó la
crisis social y económica. El hidalgo ocioso y el pícaro se convirtieron en
arquetipos sociales de las España del Barroco.
1. El descubrimiento de América. (Este punto entra
dentro de otro estándar)
Este
hallazgo fue condicionado por diferentes causas o factores. Por un lado, se
desarrollaron los instrumentos de navegación y se mejoraron los navíos,
apareciendo la carabela y la nao. Por otro lado, también pesaron las causas
económicas: debido al crecimiento comercial se pudo invertir en navegación.
Además hubo necesidad de buscar una nueva ruta más rápida y menos costosa hacia
las Indias, después de la interrupción del comercio por los turcos. Por último,
en el plano político, los reinos peninsulares estaban en plena expansión y ello
dio lugar a rivalidad y competencia entre Portugal y Castilla que se lanzaron a
las expediciones.
Cristóbal
Colón era un marinero genovés con mucha experiencia. En 1482 presentó en Lisboa
su proyecto de viajar a las Indias por Occidente, pero los monarcas portugueses
no lo aceptaron. Entonces se dirigió a Castilla y en 1485 es recibido por los Reyes
Católicos que rechazaron su propuesta debido a que su teoría era frágil. De
nuevo, Colón lo intentó, y el 27 de abril de 1492, se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, donde Colón
sería virrey, gobernador y almirante de las tierras y mares que descubriese, y
además el 10% de los beneficios de todo lo que lograse.
En el
puerto de Palos se armaron tres barcos: dos carabelas, la Pinta y la Niña y una
nao, la Santa María, comandadas por Martín Alonso Pinzón, Vicente Yañez Pinzón
y Colón respectivamente. El 3 de agosto partieron, aunque hicieron escala en
Canarias para reparar una de las carabelas. Llegaron el 12 de octubre de 1492 a
la isla de Guanahaní (Las Bahamas). Exploraron la isla y costearon otras islas
como Santo Domingo donde la nao encalló. El 16 de enero volvieron en las
carabelas y el 15 de abril Colón se presentó a los reyes en Barcelona.
En 1493
mediante la Bula Inter Caetera, se
entregaba a Castilla el derecho de las tierras descubiertas a partir del
meridiano a 100 leguas al oeste de las Azores. Esto desagradó a Portugal y en
1494 se firmó el Tratado de Tordesillas
donde Portugal ampliaba su límite de influencia más hacia el Oeste.
Colón
murió en 1506, después de haber realizado cuatro viajes y convencido de haber
encontrado una nueve ruta hacia las Indias.
2. Conquista y colonización
Los
españoles habían comprobado que las Antillas no ofrecían riquezas
suficientes, por lo que, a partir de 1519, se desarrollaron expediciones que
extenderían la conquista al continente americano.
Así, Hernán Cortés desembarcó en la costa
(Veracruz) y se internó en las tierras del Imperio
azteca, que ocupaba buena parte de México, aprovechando las disputas
internas se hizo con el poder en 1521. En 1535, se convirtió en el virreinato
de Nueva España, con capital en Méjico.
La conquista del Perú, en la que el
Imperio inca dominaba desde Colombia hasta Chile fue iniciada en 1531 por Francisco Pizarro, que capturó al inca
Atahualpa y, fundó Lima. Se convirtió en el virreinato del Perú en 1542 y a él
se incorporarán las tierras de Chile, exploradas por Almagro y Valdivia, y del
Río de la Plata, por Mendoza.
Esta
conquista se realizó mediante expediciones particulares, en las que los
conquistadores firmaban unas capitulaciones con la Corona y los gobernadores.
En ellas se fijaban los objetivos y el reparto del botín.
La
colonización posterior fue hecha, por colonos que se adueñaron de la tierra y
obligaron a los indios a trabajarla
mediante el sistema de encomiendas.
El
impacto sobre la población indígena de la introducción de enfermedades europeas
y la imposición del trabajo en minas y campos de cultivo, trajo consigo una
hecatombe demográfica.
En las
Grandes Antillas, la población indígena casi se extinguió, y fueron repobladas
con esclavos de África. Con todo, y después de un largo debate, se aprobaron
las leyes de Burgos, en 1512. Estas
antepusieron el deber de evangelizar a los naturales de aquellas tierras y
trataron de regular las formas de dominio. En 1542 las Leyes Nuevas abolieron las encomiendas y recordaron la
prohibición de esclavizar a los indios. En este sentido, fue decisiva la
influencia de fray Bartolomé de las Casas, que había denunciado los abusos de
los conquistadores en su obra, publicada ese mismo año: Breve Relación de la Destrucción de las Indias.
3. Gobierno y administración
En 1503
se creó en Sevilla la Casa de
Contratación, encargada de todo lo relacionado con América: aduana, almacén
de los navíos, control de emigración, escuela de pilotos, cartografías,
mercancías…
Pero en
1524 se creó el Consejo de Indias,
formado por letrados y encargado de elaborar todas las leyes y órdenes
relacionadas con América.
Una vez
terminada la conquista castellana en América se dividió el territorio en virreinatos: Nueva España (1535) y el Perú
(1542). Estaban dirigidos por los virreyes, máxima autoridad en América,
con amplia autonomía, al igual que los monarcas castellanos pero en otras
tierras, aunque a veces estaban sometidos a inspecciones de Castilla.
Por debajo
de los virreyes estaban las audiencias,
que era el órgano administrativo y el tribunal de justicia. Cada audiencia
tenía poder sobre las provincias dirigidas por gobernadores o capitanes
generales.
Respecto
a la administración local, en las
ciudades se creaba un cabildo dirigido por un alcalde y con el paso del
tiempo se impuso el sistema castellano dirigido por alcaldes, regidores,
alguaciles y escribanos. En las ciudades importantes también había un
corregidor.
4. Impacto de América en España
El
descubrimiento de América dio lugar a demostrar definitivamente la esfericidad
de la Tierra, además, se mejoraron otros campos científicos como la cartografía
y la navegación mediante nuevos navíos como el galeón y mediante la perfección
de instrumentos de situación, de cartas de navegación, el conocimiento de los
vientos…
La
emigración a América oficialmente fue mínima, unas 200.000 personas, y sólo
hombres hasta 1550. Extraoficialmente esta cifra se multiplica. Los productos
de origen colonial no tuvieron mayor transcendencia y sólo las altas clases
consumieron productos como el cacao o el tabaco. A finales del S-XVIII el
algodón fue esencial para la industria textil catalana. Y en este mismo siglo
la patata y el maíz se consumieron en el norte mejorando la dieta campesina.
La
plata condicionó toda la economía europea, y su efecto fue devastador para
Castilla; la llegada masiva de plata, procedente de las minas americanas,
produjo una inflación descontrolada, lo que llevó a una subida de los precios y
un empobrecimiento de la población. Este fenómeno económico fue bautizado como la Revolución de los Precios. La plata
fue usada para costear las guerras europeas y cuando la importación de plata
cesó, la economía castellana se hundió.
Castilla
adoptó ante América una mentalidad colonial, en todo momento contempló al
continente como un territorio a explotar con unos indígenas subordinados a la
Corona, y una población criolla (hijos de españoles nacidos ya en América)
cuyas aspiraciones de autonomía comercial y política no fueron nunca oídas.
5. La sociedad en la América española.
La sociedad colonial hispanoamericana se formó
a través del proceso de conquista y colonización. El
establecimiento de pobladores españoles en tierras americanas fue simultáneo a
la conquista y se afirmó e intensificó en la segunda mitad del siglo XVI. Los
propios conquistadores fueron, a veces, los primeros en afincarse. Fueron los
protagonistas del periodo más difícil y comenzaron el sometimiento de los
indígenas, iniciaron una nueva explotación económica, crearon los primeros
órganos de gobierno e hicieron las primeras apropiaciones de tierras.
Durante el siglo XVII, los descendientes
de los conquistadores, junto con las nuevas corrientes de inmigrantes,
completan el período de formación de la sociedad hispanoamericana.
A la población autóctona y a la población
española ya que agregar la presencia de población africana, “inmigrantes
forzados” que eran traídos a América como esclavos. La mezcla de estos tipos
étnicos, a través de un intenso mestizaje, formó una sociedad caracterizada por
su carácter mestizo.
Aunque las características de esta sociedad variaban de una región a otra de
Hispanoamérica y fueron evolucionando con el paso del tiempo, hay ciertas
características de la sociedad colonial que son generales para toda la región y
todo el período. Entre esas características encontramos:
A) Existencia
de diferencias raciales que coincidían con diferencias sociales. Los
blancos constituían un grupo privilegiado diferenciándose de indios, negros y
mestizos por sus ocupaciones, sus normas de conducta, sus ideales y costumbres.
B) Existencia
de diferencias legales que creaban beneficios o perjuicios a determinadas
personas. No todos eran iguales ante la ley. Una primer diferencia era
entre libres y esclavos. Los blancos eran libres, los negros eran esclavos (por
lo tanto no eran personas, sino cosas). Los indios eran considerados libres,
pero sometidos a tutela del estado español, como si se tratara de menores de
edad. Los mestizos estaban excluidos de ciertos derechos que tenían los blancos
(no podían ocupar cargos, ni tener indios bajo su tutela, ni concurrir a las
universidades, etc.) aunque había excepciones, sobre todo motivadas por la
riqueza.
Por diversas circunstancias, algunos
miembros de la sociedad colonial gozaban de privilegios especiales. Por
ejemplo los conquistadores y sus descendientes, los nobles españoles radicados
en América, los altos funcionarios.
C) La
Iglesia Católica ocupaba un lugar muy importante en la vida cotidiana de
los habitantes de Hispanoamérica y también en todas las actividades oficiales. Era la religión
oficial y la única admitida por el gobierno español. Disponía de cuantiosos
bienes y tenía a su cargo escuelas, asilos, hospitales. La educación, la
ciencia y las actividades intelectuales eran monopolizadas por el clero. Los
sacerdotes cumplían un rol muy importante en la sociedad: eran respetados y
oídos sus consejos. Las fiestas populares y las celebraciones sociales estaban
relacionadas con festividades religiosas.
D) El
enfrentamiento entre los españoles europeos y los españoles americanos o
criollos. A medida que fueron naciendo generaciones de colonizadores en
América y que la lejanía con respecto a España se hacía sentir en las
costumbres, se hizo evidente el choque entre los que llegaban de Europa y los
nacidos en Hispanoamérica. El enfrentamiento
se profundizó en el siglo XVIII y se hizo sentir en la disputa por la
ocupación de cargos.
FELIPE IV. GUERRA Y CONFLICTO EN
EL REINADO (1621-1665)
Felipe IV a caballo. Velázquez
Después del reinado de Felipe IV
se acaba la hegemonía hispánica en Europa y con él también finaliza el
pacifismo de Felipe III “el piadoso”
Desde que empieza a gobernar se extiende
una crítica contra la política pacificadora de su padre. De 1618 a 1621 toda la
política de Felipe III se pone en revisión y se vuelve a un escenario de
guerras.
Felipe IV quería ser recordado
como el más grande de los Austrias, como el “el Grande” o “el rey planeta”.
1º Política del Conde duque de
Olivares. Reforma y política de prestigio.
Conde Duque de Olivares. Velázquez
La figura principal de este
siglo, por su carácter en medidas centralistas fue el valido conde duque de
Olivares. Ocupa su puesto entre 1621-1643, era un hombre de gran responsabilidad,
muy autoritario, ambicioso y de formidable cultura. Se consideraba
así mismo como un gran estadista.
Su política parte de la reforma y
de la reputación. Para el equipo ministerial de esta época era muy importante recuperar el prestigio que había decaído
durante la pax hispanica de Felipe
III y la única forma de conseguirlo era recurriendo a las armas, su objetivo
era llevar a la monarquía de los Austrias a su máxima expansión.
El conde duque de Olivares sabía
que para poner en marcha esta política necesitaba mucho dinero: desde elementos
propagandísticos hasta crear un ejército temido por todos, y para que fuese
posible había que emprender un programa de reformas en la monarquía: El Gran Memorial, escrito elaborado por
el mismo Conde y que presentó al rey (quien era para él un amigo íntimo). Este
memorial incluía numerosas reformas de multitud de caracteres.
Por otro lado se plantea el
problema de tener a diferentes territorios sin obedecer las mismas normas. Para
solucionar el conflicto, propone que todos los territorios se ajusten al modelo
castellano y así poder aumentar el poder del rey, se plantea de esta manera un modelo centralista.
Además pone en marcha el proyecto
de la Unión de Armas (1625), 140.000
hombres al servicio de los Austrias, todos los territorios se unen en armas
para servir al rey, pero supone un cambio en la estructura de la monarquía
hispánica y resulta ser un desastre.
El fracaso de la Unión de
Armas se debe a la oposición de los catalanes, portugueses, flamencos… y
justo en ese momento la monarquía se encontraba metida en la guerra de los 30
años.
2º España en la Guerra de los 30
años.
Desde 1618 España se ve envuelta
en la Guerra de los 30 años, última guerra de carácter religioso, desencadenada
en Bohemia y a la que se le mezclan otras causas. Implica a países que van
desde Suecia, España (que entra en 1621), Portugal, y Norte de Italia.
El archiduque Alberto fallece sin
descendencia que gobierne las Provincias Unidas, por lo que Felipe IV las
heredó. Los holandeses no quisieron reconocerlo y se reanudó la guerra, cuando
se producen los primeros triunfos para los españoles (primera fase de la
guerra). Poco a poco comienzan a llegar nuevos enemigos. Dinamarca se encuentra
cercada y decide entrar en guerra (de forma preventiva), altera el panorama, se
sobreponen los católicos y la derrotan.
Después Suecia se ve acosada, y
decide entrar también, su ejército es uno de los más fuertes de Europa, pero la
monarquía hispánica les vence en una batalla muy importante.
Entonces Francia, a pesar de ser
católica, decide entrar del lado del bando protestante para debilitar a los
Austrias y al Sacro Imperio. A partir de aquí cambia el rumbo de la guerra y el
bando católico (defendido por los Austrias) comienza su declive y llegan las derrotas
(batalla de las Dunas en 1639, de Rocroi en 1643…)
Así las cosas y con una enorme
deuda contraída a causa de mantener tan grandes ejércitos a la monarquía
española no le queda otra que acabar firmando la paz. En 1648 el bando católico
imposibilitado para continuar la guerra negocia la paz con el bando protestante,
firmándose la paz de Westfalia , lo
que supuso la pérdida definitiva de la hegemonía española en Europa. Se
independizan las Provincias Unidas, en concreto Holanda, pero el Flandes
católico continua bajo el mando español hasta 1713. Además queda rota la
comunicación entre la Italia española y Bélgica a través del camino Español, haciéndose Francia con
los territorios de Lorena
La paz con Francia se firma en
1659 con la Paz de los Pirineos,
donde Felipe IV cede Artois y el Rosellón, allí se concierta el matrimonio de
María Teresa de Austria, hija de Felipe IV y Luis XIV de Francia.
Pérdidas territoriales de la corona en el siglo XVII
3º La crisis de 1640
La situación era muy grave en los reinos hispánicos, la hacienda estaba arruinada y las derrotas en la Guerra de los 30 años no cesaban, para hacer frente a este problema el conde duque de Olivares intentó llevar a cabo algunas reformas como la Unión de armas, por la que todos los reinos deberían contribuir a la hacienda española en proporción a su riqueza además de contribuir a sostener los gastos del ejército y la guerra, proyecto este que será mal visto por los territorios hispánicos no castellanos. Se produjeron
revueltas en Cataluña, Portugal, Nápoles y una conjura en Andalucía.
Cataluña: Se pide dinero para acabar la guerra a sus súbditos, los
catalanes lo entienden como una ruptura, ya que además a ellos en particular no
les afectaba la guerra, a medida que pasan los años este malestar va creciendo.
Consideran esta situación un ataque a sus formas políticas, lo que provoca la
revuelta. Proclaman su independencia y se “echan en brazos” de Luis XIII de Francia. Cataluña pasa a ser una provincia francesa y se convierte en campo de batalla entre el España y Francia, teniendo ahora los catalanes que soportar la administración francesa y el mantenimiento del ejército francés, todo esto va a provocar el descontento de los catalanes que acabarán aceptando de nuevo la incorporación a la corona hispánica en 1652. Las consecuencias de esta revuelta serán más perjudiciales para Cataluña cuya naciente industria fue ninguneada por el rey francés convirtiéndose esta provincia en un nuevo mercado para la industria francesa (sobre todo el textil).
Las sublevaciones llegan a Portugal: la derrota en las Dunas impide
la seguridad política en Portugal. No estaban protegidos por Felipe IV. Además
muchos portugueses fueron desplazados de sus cargos políticos por Olivares.
Estos comienzan a plantearse si le interesa seguir con una monarquía que no les
garantiza ni el comercio ni el resto de intereses.
La sublevación está relacionada
con los acontecimientos de la época, no está ligada al dominio, simplemente
buscaban enriquecerse y no surgió. Algunos portugueses se mantienen fieles a
Felipe IV, otros proclaman rey a Juan IV de Braganza. Felipe tenía que
decantarse por la revuelta catalana o portuguesa.
Hasta 1660 no podrá ocuparse de
Portugal, cuando estos se habían hecho con un gran ejército y con el apoyo de
Inglaterra, quien pasa a supervisar la política portuguesa.
Se producen las derrotas de
Castelo Rodrigo en el 1664 y Villaviciosa en 1665.
En el 1668 finalmente se firma el tratado de Lisboa, con el cual Portugal se independiza de la monarquía
hispánica, pero pierde Ceuta.
Andalucía: Los tensiones también afectan al interior de Castilla
debido al peso de impuestos, levas, empobrecimiento y el clima de opresión.
Se produce la conjura de Medina
Sidonia. Olivares persigue a este noble por ser nieto del duque de Lerma. El
duque de Medina Sidonia estaba en contra de esta persecución, así que se
aprovecha de esta situación de debilidad de la monarquía para separar sus
dominios y exiliarlos a Portugal. El conde de Olivares le castiga y le quita
todos los bienes al primo de éste a quien usan como cabeza de turco, fue asesinado.
La conspiración del duque de Medina Sidonía es descubierta antes de que se
lleve a cabo y los cabecillas son depuestos y el duque arrestado y condenado a
muerte (aunque luego sería perdonado por el rey). No tuvo una gran
trascendencia e incluso se duda sobre su veracidad aludiendo a que sólo fue una
revancha del Conde Duque contra el Duque de Medina Sidonia por rivalidades
personales.
Nápoles: Revuelta de Masianello. Ante la situación, este pescador,
consigue sublevar a toda la población más contra el gobierno local y la nobleza
local de Nápoles que contra el propio rey (Al grito de “Viva el rey y abajo el
mal gobierno”. Los franceses se intentan aprovechar de esta situación pero los
napolitanos los frenaron, finalmente y tras un perdón general los napolitanos
vuelven a la obediencia de Felipe IV.
Por lo tanto, pese a la gravedad
de la crisis de 1640, sólo el reino de Portugal acabará separándose de España y
el resto de reinos volverán al dominio hispánico.
A partir de 1660, Felipe IV
prescinde de los validos, aunque la gestión seguía igual. Comienzan las
críticas contra el rey y en 1661 aparece una pintada en el alcázar de los Austrias:
"Si el rey no muere, el reino
muere"…
Felipe
II hereda los territorios de su padre Carlos I, a excepción de los territorios
austriacos y el título de emperador de Alemania.
Se
casó cuatro veces buscando un heredero
varón para la corona. Primero con María de Portugal, posteriormente con María
Tudor de Inglaterra que poco después murió también. Más tarde con la francesa
Isabel de Valois que al quedarse nuevamente viudo y sin herederos varones se
casó por cuarta vez con su sobrina Ana de Austria de la que nacería el único
varón que sobrevivió a la infancia, Felipe III, del que nunca confió en exceso:
«Dios, que me ha dado tantos reinos, me
ha negado un hijo capaz de gobernarlos. Temo que me lo gobiernen».
Se
dedicó en profundidad al gobierno de sus reinos. Se preocupó del gobierno y
asuntos de Castilla y fijó la capital de su imperio en Madrid.
Tuvo
que hacer frente a una serie de problemas internos:
-
Rebelión de las Alpujarras: la cuestión morisca.
Carlos
I, en 1525, había concedido a los moriscos españoles un plazo de cuarenta años
para el abandono de sus prácticas. El plazo expiraba, pues, en 1565. Debido a
un apoyo prometido por los turcos, los moriscos granadinos se rebelaron en 1568.
Para
evitar la llegada de los musulmanes africanos don Juan de Austria actuó con
rapidez y consiguió una brillante victoria en un terreno difícil. Fueron
expulsados del Reino de Granada 85.000 moriscos. Pero Felipe II, contra lo que
le aconsejaban, no optó por la expulsión a África, sino por una complicada
redistribución de los moriscos granadinos por las zonas del interior del norte
de España: Soria, Burgos, Palencia, Zamora, Santander, Ávila, Segovia,
Salamanca y León.
-
Revueltas en Aragón.
En
Aragón el régimen señorial era muy duro. Felipe II intentó cambiar la
jurisdicción señorial por la real, con el apoyo del pueblo, pero la
aristocracia se rebeló. En estas circunstancias, Antonio Pérez, secretario del
rey y fugitivo de las cárceles castellanas se acogió a la protección de la
Justicia de Aragón, Juan de Lanuza.
El
ejército real en septiembre de 1591 venció al aristocrático. Juan de Lanuza fue
ejecutado pero Antonio Pérez logró huir a Francia. En buena medida fue el
creador de la “leyenda negra” antiespañola. Felipe II reformó los fueros
aragoneses restando muchos de sus privilegios.
-
Los problemas con el príncipe Don Carlos.
Nacido
del matrimonio con su prima (por parte doble) María de Portugal parece que el
fruto de su matrimonio nunca gozó de buena salud (ni física ni mental) posiblemente
debido a la endogamia que puede incrementar las posibilidades de que la
descendencia sea afectada por rasgos recesivos o deterioros genéticos.
Su
padre nunca llegó a confiar en él debido a sus brotes desmedidos y excesos y el
príncipe don Carlos empezó a intrigar contra su padre. Felipe II, enterado de
estas intrigas palaciegas, lo mandó arrestar en su cuarto, donde debido a su
debilidad y a otros factores (intentó hacer una huelga de hambre) murió al poco
tiempo. La leyenda negra hizo correr ríos de tinta sobre el asunto acusando a
Felipe II del asesinato de su hijo, difundida sobre todo por los rebeldes
holandeses.
-
Bancarrotas y problemas internos.
Las
cuestiones financieras le sobrepasaron, dado el peso de los gastos militares
sobre la maltrecha Hacienda Real.
La
preocupación por el estado de las finanzas va a ser motivo de los mayores desvelos
del rey. Su padre le había dejado una herencia de deudas muy altas, debiendo
grandes cantidades a banqueros alemanes y genoveses.
Los
gastos superan a los ingresos y la bancarrota llega el segundo año de su
reinado en 1557. No será la única. Felipe hubo de declarar a la Monarquía en
bancarrota en tres ocasiones más (1560, 1575 y 1596).
En
política exterior debemos destacar los siguientes puentos:
-
Enfrentamiento con Francia.
Con
Francia se enfrenta el primer año de su reinado derrotándola en la batalla de
San Quintín en 1557. En conmemoración de esta victoria se construirá el
monasterio de San Lorenzo del Escorial, que se convertirá en el panteón real.
Firmada
la paz y el acuerdo de matrimonio entre la hija del rey francés, Isabel de
Valois y Felipe II se casan. Los enfrentamientos cesan hasta fin del siglo.
-
Conflictos en los Países Bajos.
Flandes
será otro foco de tensión y la causa del debilitamiento económico de España.
Para
el reino estos territorios eran de vital de importancia. Amberes era el puerto
más importante de Europa del norte, que servía como base de operaciones a la
Armada española, y un centro donde se comerciaba con bienes de toda Europa,
Allí
va a instalarse con fuerza la religión calvinista a la que se va a unir un
cierto movimiento nacionalista antiespañol encabezado por algunos nobles que buscan
una mayor independencia y una menor injerencia de la corte de Felipe. Felipe II
instala el Tribunal de la Inquisición allí y prohíbe la libertad de cultos.
Las
insurrecciones fueron de continuo y fueron fomentadas por las potencias
enemigas de España y que utilizaron la cuestión religiosa como estrategia
política. Quemaron más de cuatrocientas iglesias y monasterios cristianos y
cometieron innumerables crímenes.
-
Guerras con el Imperio Otomano.
Se
tuvo que enfrentar a los mismos conflictos que su padre. Proteger a los
católicos europeos de los desmanes revolucionarios protestantes y hacer frente
a los turcos que habían ocupado toda la Europa oriental, tenían sitiada Viena y
acababan de conquistar Chipre a la república de Venecia.
Firmó
la paz de Cateau-Cambrésis (1559) con Francia, por la que se establecía una
alianza contra los infieles y los herejes. El pacto quedó sellado con su
matrimonio con la infanta francesa Isabel de Valois.