En cuanto a la política, el reinado de Felipe V se va a caracterizar por los siguientes puntos:
A) Imposición del absolutismo
monárquico:
Al instalarse los Borbones en el
trono español, a principios del siglo XVIII, impusieron el modelo del
absolutismo implantado en Francia con Luis XIV. En esta fórmula política, el
monarca absoluto constituía la encarnación misma del Estado: a él pertenecía el
territorio y de él emanaban las instituciones. Su poder era prácticamente
ilimitado pues era fuente de ley, autoridad máxima del gobierno y cabeza de la
justicia.
B) Centralización y uniformidad
Los primeros Borbones españoles,
Felipe V (1700-1746) y Fernando VI (1746-1759) asumieron la tarea de unificar y
reorganizar los diferentes reinos peninsulares. El resultado de la Guerra de
Sucesión facilitó a Felipe V su tarea, ya que la oposición de la Corona de
Aragón y su derrota le permitió promulgar los Decretos de Nueva Planta. Con
ellos Felipe V impuso la organización político-administrativa de Castilla a los
reinos de la Corona de Aragón, que perdieron su soberanía y se integraron en un
modelo unificador y centralista.
Los Decretos de Nueva Planta supusieron
la imposición de una estructura uniforme a todo el territorio español y se
impusieron en Valencia y Aragón (en 1707), Mallorca (1715) y Cataluña (1716),
según fueron conquistados los territorios por las tropas de Felipe V durante la
guerra de Sucesión. Sólo el País Vasco y Navarra, que habían apoyado a Felipe V
en la Guerra de Sucesión, conservaron sus fueros o leyes propias.
Los antiguos reinos de la Corona
de Aragón pasaron a ser simples provincias, gobernadas por capitanes generales
que tenían competencias militares, administrativas y judiciales. En cada
provincia se creó una Real Audiencia con competencias judiciales, presididas
por el capitán general. Se creó también, a imitación de Francia, la figura del
intendente, funcionario que dependía directamente del rey y que tenía, en cada
provincia, amplios poderes en materia económica. Las Cortes de los diferentes
reinos se integraron en las de Castilla, que pasaron a ser Cortes de España,
pero sin apenas competencias. La figura de los corregidores castellanos, que
gobernaban en las ciudades, se extendió
a toda España.
C) Reformas administrativas
Además de medidas centralizadoras
Felipe V pretendió racionalizar la administración sustituyendo las
instituciones implantada por los Habsburgos o Austrias. Así se eliminaron
algunos Consejos (como el de Aragón) y los que se conservaron, como el de
Castilla, pasaron a ser meros órganos consultivos sin apenas poder.
Por encima de cualquier
institución se situaba el poder del monarca que decidía en todos los asuntos
del Estado. Su labor era auxiliada por las Secretarías, parecidas a los
actuales ministerios, a cuyo frente se situaban secretarios de despacho. Así se
crearon las secretarías de Justicia, Hacienda, Guerra, Marina, Indias, etc. que
son el precedente de los actuales ministerios.
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