A la hora de construir nuestra marca personal debemos ser
conscientes de lo largo que es el camino.
Vivimos en continuo aprendizaje y en una sociedad que exige
lo mejor de nosotros,a veces esa exigencia nos puede bloquear y dejamos de ver
los objetivos que realmente queremos alcanzar, lo verdaderamente
importante.
Esta película es como una parábola, incluso podríamos decir, una fábula, que
pone de relieve la importancia de saber comprenderse y saber discriminar entre
lo verdaderamente importante y lo superfluo para superar los retos y las
contingencias de la vida.
Para ello, la historia y sus protagonistas nos hacen ver la relevancia de saber
establecer prioridades en los valores vitales, dar valor a lo que
verdaderamente tiene sentido y puede ayudarnos. Es un filme lleno de sentencias y proverbios que actúan como iniciadores de los sentimientos y emociones que intenta
transmitir la historia y que tienen la finalidad última de confluir finalmente
a modo de una moraleja:
“Si quieres, puedes, la fuerza está en ti.”
En la Enseñanza Secundaria y la Formación Profesional Básica es quizás cuando
más se definen en los alumnos las posibilidades de éxito escolar, pues es
cuando se le plantean las primeras y mayores dificultades y exigencias
académicas, es cuando se ven abocados a sus primeras decisiones vocacionales y
también cuando comienzan a ejercer la responsabilidad y el compromiso deberá
acompañarles a lo largo de su vida. A todo se une un período evolutivo muy
parecido a una “metamorfosis” psíquica y física de difícil comprensión para
ellos mismos y que además resulta bastante complicado de manejar por parte de
los adultos que los rodeamos. En este contexto, la película “El Guerrero
Pacífico” tiene los ingredientes necesarios para que el alumno empiece a
encontrarse y busque en sí mismo las claves para superar esas primeras
dificultades que le plantea la vida.
El guerrero pacífico es una película
germano-estadounidense de 2006 dirigida por Víctor Salva y protagonizada por
Scott Mechlowicz y Nick Nolte. Está basada en el libro “El
camino del guerrero pacífico” de Dan Millman (que, por cierto, hace un
cameo en la misma) un ex atleta, maestro de artes marciales, entrenador y
catedrático universitario.
La película es una historia de cambio y superación, se ve
bastante fácil aunque es, cinematográficamente hablando, una película menor,
muy menor. Lo interesante de la misma, en mi opinión, es que esconde bastante
más de lo que, a primera vista, se ve y que propone algo que no había visto
proponer en el cine, y mucho menos en el cine comercial americano.
Para entender algunas de estas propuestas hay que tener,
quizás, un mínimo de conocimiento de budismo o, en general, de filosofía
oriental.
He rescatado diez citas que, al margen de la película,
encierran ideas que me gustaría compartir:
1) “Saca la basura de tu mente. Basura es todo aquel
pensamiento que te distraiga de lo que realmente importa: estar presente
plenamente en este momento, aquí, ahora”.
Es la primera enseñanza de “Sócrates” a su discípulo y
posiblemente la más poderosa. Lo que en algunas tradicionales budistas se ha
venido en llamar “mente de mono” es ese estado en el que continuamente
nos encontramos, con un incesante runrún de pensamientos, como si una voz
interior parlotease continuamente en nuestra cabeza.
Hacemos planes de futuro y nos provocan ansiedad pensando en
qué ocurrirá si no somos capaces cumplirlos; pensamos en el pasado y tenemos
remordimientos por no haber actuado de una manera diferente a cómo lo hicimos.
¿Para cuándo dejamos lo de vivir ahora?
2) “La felicidad es una cualidad evasiva. Si la
buscas, no la encuentras”
Todo lo anterior nos lleva a que nos resulte imposible ser
felices. ¿Eres feliz? Esta es la primera pregunta que elige “Sócrates” para su
desconocido amigo. Pensar permanentemente en el futuro (y en el pasado) no nos
permite disfrutar del momento presente que, en realidad, es el único que
existe.
¿Por qué malgastar el ahora, viviendo en momentos y mundos
inexistentes?
3) “El viaje aporta la felicidad, no el destino”
Buscamos la felicidad en objetos materiales, en el
reconocimiento social, académico, laboral, etc. pero eso, o bien no tiene
límite, entrando en una espiral angustiosa, o bien depende de factores externos
sobre los que nada podemos hacer. La felicidad, si está en algún lado, es
dentro de nosotros mismos y es una irresponsabilidad dejarla algo tan preciado
en manos de los demás.
Si nos obsesionamos con el destino, nos olvidamos de
disfrutar del viaje, y en el fondo, el viaje es lo único que tenemos.
Y tú, ¿estás disfrutando de tu viaje?
4) “La muerte no es triste, lo triste es que la
gente no sepa vivir”
Nos entristece la muerte de un amigo o de un familiar
porque, de alguna manera, esa persona “no podrá ser” pero nunca pensamos
si está siendo, si nosotros estamos siendo o, mejor, si somos. Nos revelamos
contra algo natural como es morir pero, realmente…
¿Nos preguntamos cómo vivimos?
5) “Se te va la olla. ¿Lo sabías? – Llevo toda una
vida practicando.”
Todo lo que nos rodea, alimenta nuestra “mente de mono”.
Sólo quien se atreve a bajar de ese tiovivo y parar un momento es capaz de ver
más allá. Y el “Sócrates” de la película es uno de éstos, es un observador.
Entenderte desde dentro, y no desde fuera, es lo que marca
la diferencia. Y ese, aunque a veces estigmatice, es el único camino para
ser un “loco maravilloso”.
¿Conoces el camino? ¿Sientes miedo a tomarlo? ¿Caminas?
6) “Sé más de lo que piensas y piensa más de lo
que sabes. El conocimiento no equivale a sabiduría, la sabiduría
consiste en hacerlo”
Tú no eres tus pensamientos, tú eres quien piensa. Caer
víctima de una emoción, por ejemplo, en un terrible enfado, hace que ese
“yo” se vea secuestrado por la emoción.
La tradición budista dice que hay que diferenciar entre el
observador y lo observado, entre continente y contenido y ello se logra
mediante la meditación que no es otra cosa que centrar nuestra atención en un
objeto (nuestra respiración, por ejemplo) y calmar nuestra mente. Hacernos
“presentes”.
Y es que, en realidad, “No hay que empezar ni parar,
solo hacerlo”. No existen principios (pasado) ni finales (futuro), sólo
presente (la acción).
¿Te has puesto en marcha?
7) “Las personas no son lo que piensan que son. Sólo creen
serlo.”
Tendemos a identificarnos con nuestras experiencia pasadas:
“Soy ingeniero informático”, “soy consultor”, “soy padre”, “soy el marido de”;
o con las experiencias futuras “voy a ser”.
Todo eso configura lo que llamamos nuestro “ego”. Pero no
somos el ego, somos lo que somos y lo somos en el presente. El presente es el
único momento en que el ego no existe y, claro, éste se revela. Si probáis a
meditar, comprobaréis que la “mente de mono” empieza a hablarte, a
sugerirte que eso es absurdo, a no querer morir.
Esta identidad que hemos asumido, configura nuestro ser. Y
lo peor es que tenemos miedo a renunciar a esto porque, si no somos esto…
¿Qué somos?
8) “A quién cuesta más querer es a quién necesita más
amor”
Querer a quien nos quiere es fácil. Querer a quien nos odia
o nos agrede no lo es tanto.
Sólo es posible llegar a esto mediante la compasión y,
posiblemente, para que se produzca compasión por los demás, es necesario que
seamos capaces de sentir compasión por nosotros mismos, por nuestra fragilidad
y es que, como se dice en la película: “Ser guerrero no es ser perfecto o
salir victorioso o ser invulnerable. El guerrero es totalmente frágil, es su
único coraje.“
¿Quieres sólo a quien te resulta fácil querer? ¿Das sin
esperar nada a cambio?
9) “Cuando por fin logres vivir el presente, te
sorprenderá todo lo que puedes hacer y lo bien que lo haces”
La solución es librarnos de la basura, de nuestro ego,
distanciarnos, observarlo. Ser el que controla y no el controlado.
Cuando seamos capaces de liberarnos de todo eso y centrar la
atención en el presente, haremos todo mucho mejor.
“Un guerrero encuentra el amor en lo que hace”.
Simplemente haz y disfrutar de hacerlo. Sé sabio no te
conformes únicamente con el conocimiento.
¿Estudias o trabajas? ¿Sabes o haces?
10) “La vida es elegir, puedes elegir ser una víctima o
cualquier otra cosa que te propongas”
Está en nuestras manos elegir entre vivir el presente o
vivir de (y en) ilusiones. Desde el presente te darás cuenta de que “no
hay nada que perder” porque nada tienes, sólo desde el ego sentirás
miedo a perder esa falsa identidad, ese doppelgänger en
el que te has convertido.
No pases tanto tiempo planificando e invierte más en hacer.
“Un guerrero actúa, el tonto sobreactúa”.
¿Guerrero o tonto?